Entrópicos. Suicidas. Autofagos.

¿Como hace para sobrevivir en el tiempo una especie esencialmente autodestructiva?

Racionalmente irracionales, justificamos nuestra incoherencia egoísta en actitudes fundamentadas en nuestra posición de confort. Huimos al cambio. Lo grave no es padecer el mayor de los temores, lo grave es esconder la cabeza debajo de la tierra. Odiar y tener la monumental cobardía de justificarlo.

Creo que es mejor una paz imperfecta que una guerra perfecta. Creo que no somos nadie para arrebatarle indirectamente la vida a nadie por culpa de una batalla de ego. Creo que la indiferencia es la peor de las enfermedades. Creo que lo perfecto es enemigo de lo bueno. Creo que, aunque se empeñen en demostrarlo, no se puede cuantificar en dinero la vida de un humano. Creo que la tierra es de quien la trabaja. Creo que mi rival tiene derecho a debatir. Derecho a tener miedo. Derecho a tener sueños. Derecho a un perdón. Derecho a perdonar. Derecho a vivir. Lo creo mi igual.

Decía una madre con los ojos aguados cuando le preguntaban sobre la muerte de su hijo por culpa del conflicto: "No me importa que quien lo mato se pudra en la cárcel, eso no me va a devolver a mi hijo. Lo que de verdad quiero es que ninguna madre en Colombia tenga que volver a sufrir lo que sufrí, la perdida de su hijo por culpa de esta inútil guerra.".

Dicen los pueblos indígenas que en el libre uso de su autonomía, respeten su decisión de adoptar un acuerdo de paz en sus territorios. Islas de empatía en un país orgullosamente depravado.

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