Me fulminó
Estuve toda la mañana pensando en su llegada. Desayuné y me
imaginé que comíamos helado y paseábamos en el parque, que veíamos una película.
Que le leía algún cuento o que me contaba alguna historia. Escuchábamos
canciones que hablaban de chicos y de espinas, perseguíamos perros y mirábamos
la luna. Imaginé muchas cosas más estando sentado en el aeropuerto, esperándola.
Que hacia frio y que hacíamos chocolate con pan y queso, que sonreíamos todo
el tiempo. Que encendíamos velas y jugábamos parqués.
Entonces llegó,
nos vio, me saludo mientras hablaba por su celular y nos fuimos sin decir una
palabra. Y quede frio, fulminado. La verdad es que ella no vino por mi, esa era
la realidad. Y adiós a los helados y los paseos en el parque, adiós.
Puff, que cursi.
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