Azul

Masticando el chicle de menta pensaba en los comerciales de la tele. "Aliento fresco, y además mata las caries". Los vendían en paquetitos individuales de un color cielo a las seis de la tarde.  

En una de las paredes de su casa había un cuadro pintado por un francés. En él, las gaviotas y bailarinas negras y blancas flotaban sobre un fondo azul. Azul cielo a las seis y veintitrés de la tarde.

Acostado en el pasto con los ojos cerrados y la cara hacia el sol, el color de su mente era del azul más oscuro del mundo, del azul del que se pinta el cielo a las seis y cincuenta y cinco de la tarde.


Comentarios