Es un sueño

Descubrir que su sonrisa es capaz de desprender la cinta adhesiva de las paredes, encontrarla parpadeando rápidamente contra una bombilla, ver como apaga la luz con su voz y llama los ascensores con la mente, hallarla caminando sobre el agua, tropezar y no explotar contra su contextura esbelta y resistente de hierro vegetal, luchar por no quedar amarrado en su pelo ni perdido en sus cejas, conectar la sombra que proyecta mi mano con su mano invisible, toparse con que ni el agua ni la arena se escurre de entre sus manos.

La imposibilidad física de no quererla conduce ineludiblemente a la conclusión más sencilla pero más compleja:



Ella es un sueño.



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