Gusanito


"Es un proceso superior que permite manipular información generada intrínsecamente,
con el fin de crear una representación percibida por la mente.
Inclusive se puede conseguir en ausencia de estímulos del ambiente.

Tiene semejanza con el proceso de percibir.
No obstante,
No se limita a esto.
Es un proceso más abstracto,
que no necesita de un objeto presente en la realidad,
pues se sirve de la memoria para manipular la información y relacionarla de formas nuevas,
incoherentes,
absurdas o aparentemente irracionales.
Es decir,
toma elementos antes percibidos y experimentados,
y los transforma en nuevos estímulos y realidades."*

Nuevos estímulos y realidades.

Nuevas realidades.

...

Se había marchitado de tantos años que tenia encima, pero fue capaz de dar a luz al menor de sus hijos justo antes de morir. Crujió todo y retumbo el suelo en el momento del impacto. Luego, silencio.
Hasta la quebrada que por allí corría, por respeto, se calló.

El menor de sus hijos se desportilló, y su cuerpo quedo todo negro de los golpes. Fue tan brutal su caída que su agonía fue relativamente placentera. Y al morir, un germen de su ser rodó y rodó...

...

Los locales tenían prohibido hablarle a los extranjeros. Era la ley más tonta que habría de existir en la tierra, pues ni aunque hubieran querido se hubieran entendido. Y es que el idioma de las peras es completamente diferente al de las manzanas.

Los perales, todos juntos, todos amigos de todos, aprovecharon un día de río crecido para ir a nadar. Los perales, compadres todos, acabaron en la misma fosa común, mil kilómetros río abajo, luego de la violenta crecida del arroyo.

Y el manzano pasó esa noche en vela esperando a sus amiguitos.

...


El granjero tenía ya tres canastas llenas de manzanas, y todavía tenia cuarenta y dos por llenar. Se acerco al más grande y fuerte de los manzanos, quien fuera el ultimo que viera a esa desaparecida especie de las peras, y agarro la más bella, grande y jugosa fruta de todas las del bosque, para ponerla en la canasta número cuatro. Más tarde, ese mismo día, el peso de catorce manzanas recaía encima de ELLA.

...

Como le habían dicho a Diana que el mercado era un lugar peligroso, no soltaba ni un segundo la mano de Estebitan, no fuera que se lo raptase un ladrón de niños.

-¿Tienes hambre,
Estebitan?
-Sí.

Y Diana le alcanzó una manzana.

No había dado dos mordiscos, cuando el mas rosado de todos los gusanos asomó la cabeza y miró a Estebitan con curiosidad. Y Diana, de asombrosos reflejos, le arrebató la manzana al niño y se la arrojó a doña Carmenza, la dueña de la frutería.

Estebitan estaba llorando, y Diana, ofendida, exigió otra manzana para calmar a su niño.

Doña Carmenza, tan grande y tan vieja como era, cerro los ojos, se inclino de hombros y le alcanzó otra manzana,
LA MANZANA.

Ya de vuelta en su casa, Estebitan continuaba su llanto.

-Ya, ya corazón. No iremos a esa frutería otra vez.

Y Estebitan se conmocionó.
Miro a Diana con ojos de profunda tristeza y le dijo:

-Es que yo quería la manzana del gusanito.




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