La Prisonnière
Y entonces, de repente me asaltaron todas las fuerzas, estaba
lleno de vitalidad y, sobre todo, de ganas. Tantas ganas que me desbordaban, me
inundaban y me hacían reír, y me rascaba la cabeza, y subía las escaleras de
tres en tres, y me agarraba de las rocas y de las barandas para sentir las
texturas, la arena, el polvo y el frio penetrante, sensaciones
agradables.
Blablablá,
glugluglu. Raíces chinas y salsa de soya, consomé de champiñón con jengibre y
una copa de vino o cerveza roja. ("Lo vi allí, tirado en una esquina,
bebiendo, desaforado, típico de los artistas")
Suele abusar de
la inspiración, el, tan confiado.
Suele abusar del trabajo, el, tan inseguro.
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