Daniela (VII)
Le caigo bien. Me lo ha dicho en persona. No sé a qué se debe ese
repentino y poco común deseo de hablar en ella. Y ha insinuado que no es mucha
la gente que le caiga bien.
Está interesada en lo que estoy leyendo,
"las ciudades invisibles", de Calvino. Parece un sueño, Daniela se
materializa a mi lado, me mira y la miro y sus ojos son magnéticos, volcánicos,
fríos, grises, metálicos, tristes.
-No sé si continúe como arquitecta, creo
que me retirare. Lo mío es el arte.
Entonces el sueño se acaba, ya no es
sueño, es pesadilla.
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