Cuestión de probabilidad

Si bien nunca lo había pensado de manera explícita y nunca en su vida había organizado las palabras con un sentido semántico dentro de su cabeza, sus acciones se podrían interpretar como un reto directo a su suerte. Como quien cree que, por una sencilla cuestión de probabilidad, eventualmente será feliz.




Resulta que él nunca había tenido la fortuna de que alguien le explicara alguna vez la falacia de Montecarlo.

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