Aquella no pudo ser sino la primera vez, de nuevo.

Creo que soy una enfermedad mental, una que piensa mucho y muchas cosas, y todas inútiles.
Divagar, divagar, nunca se en que mundo estoy, en cual de todas las realidades me encuentro parado. Y es la forma que tengo de quitarle seriedad al asunto, todo es demasiado aburrido. Soy un inconstante. Y muy callado. Pero creo que mi mayor defecto es mi orgullo. Soy consciente de lo insignificante que soy en el universo, y aun así soy orgulloso. Soy consciente de esta incoherencia, y aun así soy orgulloso.
Me gusta caminar, leer, observar.
Soy muy enamoradizo. Me enamora una sonrisa, una mirada.
Tengo una gata, y su nombre es gato. Y se parece a mi, le gusta sentarse en un rincón a observar.
Rara vez sueño a blanco y negro, casi siempre solo en negro.
No le tengo miedo al frío, y soy amigo de la soledad.
La parte del día que mas me gusta es la noche, la que mas detesto es el medio día.
Odio el ruido, lo odio por su perseverancia. Nunca hay suficiente silencio, nunca hay calma.
Soy curioso de las cosas sencillas, me gusta ahorrarme el drama. Y cuando estoy triste, solo necesito una cucharadita de arequipe.
Hay días en los que amanezco inspirado, otros en los que despierto aspirado.

Al final descubrí que yo soy lo que escribo, no quien aparento ser.

Comentarios

  1. No somos lo que ven :) somos lo que detallamos entre letras y papel :)

    un abrazo, me gusta mucho cómo escribes ^-^

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  2. Gracias por el abrazo, lo necesitaba :)
    Ojalá pases por aquí de vez en cuando a visitarme.

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