USTEDES NO EXISTEN NI HAN EXISTIDO NUNCA, USTEDES SON UN SUEÑO QUE YO TENGO

Camino por las calles de un pueblito ubicado en una mesetica, no hay edificios sino casitas hechas con bloques de piedra que daban un aire de ¿frescura? Hacia sol, siempre casi siempre hace sol y ventea mucho, un viento que no era frio sino un viento que se dedica a levantar las melenas de los caminantes en el pueblito.

Todo el mundo estaba dentro de las casas, casi no hay ni ventanas, un  pueblito lo más de tranquilo, tampoco hay nubes ni carros ni motos ni pájaros ni perros ni gatos ni tiendas. Volteo por los callejones y hay más casitas, todas hechas de piedras grises que a la luz del sol parecen lo más de bonitas, el suelo también es de piedra, es agradable caminar por las piedras sin zapatos y sin medias, las rocas están tibias y el cuerpo esta tibio, esta a gusto. entonces me monto en una bicicleta y me tiro de la mesetica, y la bicicleta no tiene frenos, y no tiene una rueda, y no tiene asiento, y no tiene marco, entonces me bajo porque la bicicleta no existe y me recuesto en un arbolote grandísimo que no sé que sea, de pronto un ciprés, de pronto un arapán, de pronto me canso de adivinar y de pensar en nombres al azar y me tiro al río, y esta frio, y hay más piedras en su lecho y en la orilla, y nado, más bien camino por el río, y me salgo y me seco al sol.

y me miro las manos y me siento liviano, y el viento sigue soplando y me empiezo a elevar alto alto, alcanzo a distinguir un pequeño pueblito de piedra en una mesetica, más alto, más alto, hace más frio y más viento, más alto y más alto, y empieza a oscurecer, y sigo elevándome arriba y arriba, y cierro los ojos y no se oye nada, y huele a menta, y a través de los parpados veo luces, cierro los ojos con más fuerza y de pronto estoy ahí, efectivamente, en una bicicleta sin ruedas ni marco.