Formas sin forma
"Lynch asiste a su propio parto
Así nació el engendro fílmico llamado David Lynch.
El artista que nos pide que desacostumbremos nuestra mirada sumisa y permitamos que sus obras ejerzan un impacto en nuestros sentidos,
en el subconsciente, en todo aquello que es irracional y afecta a los mecanismos subrepticios.
Su creación ahoga cualquier estructura argumental,
pero quien no sea capaz de desprenderse de ella encontrará restos para malvivir y romperse los sesos.
Siempre hay una base que se desarrolla en las pautas de la verosimilitud para que el espectador acceda por la puerta principal
caiga en la trampa y finalmente sea desquiciado.
Como muchas otras,
Eraserhead es un acto de onanismo,
de onirismo,
de sonidos remotos,
de luz y de sombras y de las formas deformadas;
pero como primeriza se presenta quizá más desnuda,
más cruda, más desprovista de camuflaje convencional y por ello también más tosca y menos sofisticada que las siguientes.
Las creaciones de Lynch cumplen sobradamente con la máxima que entiende el celuloide como evasión.
Son una ofrenda para liberar la mente y dejar que la retina capte libre de prejuicios estos fotogramas de la ensoñación
y disfrutarlos o sufrirlos con la condición de que el cerebro no procese nada.
¿Es eso cine? Sin duda. Pero no del que se comprende, sino del que se digiere."
-Mequetrefe rimbombante
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