Preludio
Con ella en el mismo espacio, solo existían dos opciones: o veía para donde ella estaba, o veía a donde sabia que no estaba; ambas alternativas subordinadas a su presencia. Y es como dice el dicho, no hay peor ciego que el que no te quiere ver.
En el jardín botánico abundan las flores, pero el solo se atrevería a regalarle una sin pétalos. No podía arriesgarse a darle una margarita, y que después de ella deshojarla, esta le dijera "no te quiere". A el ya le había ocurrido antes.
-"Quizás", dijo al final la margarita.
...
En el jardín botánico abundan las flores, pero el solo se atrevería a regalarle una sin pétalos. No podía arriesgarse a darle una margarita, y que después de ella deshojarla, esta le dijera "no te quiere". A el ya le había ocurrido antes.
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-"Quizás", dijo al final la margarita.
Uh cuántas dudas, sólo se me ocurre pensar que si no nos atrevemos seguramente de algo nos estamos perdiendo.
ResponderEliminarSí, el amor nos llevar a hacer cosas extrañas, a veces.
Grxs por el bello texto de Sagan, me gustó mucho.
Abrazos.
REM