Preludio

Con ella en el mismo espacio, solo existían dos opciones: o veía para donde ella estaba, o veía a donde sabia que no estaba; ambas alternativas subordinadas a su presencia. Y es como dice el dicho, no hay peor ciego que el que no te quiere ver.


...

En el jardín botánico abundan las flores, pero el solo se atrevería a regalarle una sin pétalos. No podía arriesgarse a darle una margarita, y que después de ella deshojarla, esta le dijera "no te quiere". A el ya le había ocurrido antes.

...

-"Quizás", dijo al final la margarita.



Comentarios

  1. Uh cuántas dudas, sólo se me ocurre pensar que si no nos atrevemos seguramente de algo nos estamos perdiendo.
    Sí, el amor nos llevar a hacer cosas extrañas, a veces.

    Grxs por el bello texto de Sagan, me gustó mucho.

    Abrazos.
    REM

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